lunes, 24 de noviembre de 2014

EL ARZOBISPO SE CAE DEL GUINDO

El arzobispo de Granada, tras la costalada, en la que arrastró a varios curas que intentaban apoyarle






La postura de la Iglesia, firme ante los abusos.




Mientras negaba que la iglesia diera por culo a nadie, ni oficialmente ni a título personal, el arzobispo de Granada se cayó del guindo en el que estaba haciendo estas declaraciones y se acabó dando la gran leche. Al parecer gesticulaba con tanto énfasis para negar que nunca nadie en la iglesia había sodomizado o masturbado a feligreses o simpatizantes, que en uno de estos aspavientos se cayó del guindo -creemos que es un árbol, pero no podemos confirmarlo-  arrastrando en su caída a varios sacerdotes que debajo de él asentían enfáticamente en apoyo de las palabras del señor arzobispo, si bien no pudieron prestarle idéntico apoyo cuando les cayeron encima las purpúricas carnes del prelado (creemos que purpúrico no existe, pero ya nos dirán. Prelado en cambio sí nos parece que está bien traído).


Tras la caída, al arzobispo de Granada le ha pasado como a San Pablo cuando se cayó de la yegua, que empezó a decir todo lo contrario de lo que decía, así que si antes cuando le hablaban de curas pederastas ponía cara de estreñimiento y se limitaba a decir “primera noticia, primera noticia…” ahora en cambio al arzobispo le ha dado por pedir perdón por todo lo cometido y lo por cometer, “que no es poco”-susurró en un aparte- hasta el punto de que Esperanza Aguirre ha tenido que salir al quite y convocar una rueda de prensa para denunciar que a ella a penitente no le gana nadie y volver a pedir perdón por absolutamente todo, lo de la Iglesia incluido. Ya de paso aprovechó para tildar el silencio de Pablo Iglesias sobre el asunto de bolivariano y urgirle a decir con ella “por mi culpa, por mi gran culpa…”

El campeón del mundo de salto en silla de ruedas (atrás en la foto) aprovechando para intentar batir
el récord de longitud de salto sobre curas. No lo logró porque uno de ellos en el último momento levantó la chola

Fuentes conocedoras del caso han dejado de dar agua para indicar que el arzobispo antes de caerse ya estaba cambiando de opinión. “Ahora caigo” dicen que dijo antes de la costalada, aunque según otras versiones lo que dijo fue: “no mováis el árbol…” No obstante la caída del guindo y el posterior reconocimiento de abusos por parte de la Iglesia, el señor arzobispo ha dejado muy claro que no quiere que le toquen a los Romanones.

“No me toquéis los Romanones” –dijo el arzobispo con la voz más grave que pudo, pues “ no hay que juzgar nunca, pues nunca sabemos qué historia hay detrás”, sin que se nos alcance saber a qué se refería el arzobispo con lo de detrás, si era una metáfora o algo consistente.

 Al Papa le ha parecido muy bien el cambio de actitud del señor arzobispo, porque hasta ahora no le venía haciendo ni boludo caso, pero ha hecho un alto en sus bromas a las monjitas de Lucena para afirmar que lo que a él le importa de verdad es que el caso de abusos se sustancie. Suponemos que esto lo dijo porque ya iba teniendo algo de gusa. 
La postura del arzobispo es firme. En la foto, intentando reconstruir lo que se
hacía en la casa de los Romanones para hacerse mejor idea de la gravedad del asunto


4 comentarios:

  1. ¡Meterse con la Iglesia! Al infierno de cabeza... Que por cierto debe estar lleno de curas pederastas.

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    1. No sé si Dante incluyó ese castigo en uno de sus infiernos, la de estar rodeado de curas pederastas. Bueno, rodeado no me importa mucho, los que me preocuparían son los que quedan justo detrás.

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  2. Yo creo que el arzobispo y sus colegas se están entrenando para que les quede impecable la reconstrucción de los hechos que les pedirá el juez. Si te fijas, uno de ellos se ha quedado de pié. Es el que hará de romanones. Lo que no queda claro es el papel de los feligreses. ¿Asesores?

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    1. Se ve que ponen mucha entrega. Coño, si hablamos de lo que hablamos, ponte bocarriba, para no provocar. Pero no, ellos a lo suyo.

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