Primeras medidas tras la petición de perdón

EL PP PRESENTA LOS NUEVOS TRAJES 

PARA AISLARSE DE LA CORRUPCIÓN

 

No contentos con haber pedido perdón, el Partido Popular va más lejos en su lucha implacable contra la corrupción y acaba de hacer pública su medida más ambiciosa para aislarla definitivamente de sus filas: unos trajes herméticos de fibra de poliuretano expandido con todo el aditamento necesario para proteger de la corrupción a sus cargos el tiempo necesario para llegar aislados a los próximos comicios y atajar así la hemorragia electoral que anuncian las encuestas.

El Diputado por Lugo Saturnino Cascajales, aislado de la
corrupción y atendiendo a los medios con el traje puesto

El partido popular quiere refutar de este modo la idea tan extendida en la calle de que el germen de la corrupción se halla instalado en el ADN del partido. “El germen se transmite por contacto, sobando billetes o transportando maletines. Nada de ADN ni chingadas” manifestó malhumorado un portavoz del partido al tiempo que hacía arduos esfuerzos por colocarse el traje, que le quedaba pesquero y le dejaba asomando los tobillos.

Los trajes estarán disponibles en los próximos días y habrá tallas para todas las hechuras, especialmente grandes y extra grandes. Habrá cursos de formación para instruir sobre su colocación y cursos de repesca para los menos avispados.  Precisamente una de las primeras quejas vino del consejero de sanidad de la comunidad de Madrid, que alegaba que el traje le venía estrecho de cintura y que carecía de tubo o conducto para seguir comiendo mientras despachaba sus asuntos. Esta y otras objeciones llevaron a la necesidad de convocar un máster adicional para los dirigentes con mayores dificultades.

Los trajes deberán llevarse en los momentos de mayor tentación y obligatoriamente en los episodios más sensibles a la exposición: mesas de contratación, cacerías o visitas a los consistorios de los empresarios constructores. Algunas voces ya han manifestado que “bueno, lo del traje vale, pero lo de las cacerías vamos a dejarlo, no sea que nos confundan con pollos y nos frían a cartuchazos”, pero en general la medida ha sido bien recibida. Los trajes se colocaran y quitarán siempre bajo la asistencia de un supervisor, preferentemente registrador de la propiedad o notario, que cerrará las junturas con cinta americana y será el responsable de comunicar cualquier incidencia.

El Comité anti-corrupción eligiendo el lugar más
adecuado para colocar el logotipo del partido

El Partido Popular ha dejado claro que el importe de los trajes no saldrá de modo alguno del bolsillo de los ciudadanos, sino de los fondos propios del partido a través de una partida adicional cuya feliz existencia se ignoraba hasta hace muy poco, según les informó su ex secretario general Ángel Acebes.

Sin embargo la polémica ha saltado a conocerse que el suministro de los trajes ha sido adjudicado sin concurso previo ni publicidad a la empresa de servicios energéticos Cofeli, a través de un primo segundo de Enrique Granados. El presidente Rajoy ha quitado hierro al asunto afirmando que “esas pequeñas cosas no deben desviar la atención del principal objetivo del gobierno en lo que queda de legislatura: aislar a Ana Mato, digo la corrupción”.

Se da la curiosa circunstancia de que el pequeño Nicolás no ha tenido ninguna relación con este asunto.