"Antes del 2017 ha de ofrecernos alguna explicación” –alega un portavoz
Ya está bien de
medias tintas. Se acabaron las contemplaciones. Tras la tibieza inicialmente
mostrada por el partido popular ante el uso indebido de las tarjetas opacas de
Rodrigo Rato durante su etapa al frente de Caja Madrid, cuando sus compañeros
manifestaban su incredulidad porque
Rodrigo Rato hubiera hecho alguna vez uso indebido de la tarjeta, incluso su incredulidad
porque Rodrigo Rato hubiera sido alguna vez presidente de Caja Madrid, el
partido popular ha decidido dar un giro radical de 360 grados
(bueno, de 180, que si no se encontraría en el mismo sitio) y ser la
mar de contundente con el personaje. El partido popular ha decidió mostrarse inexorable
contra los tejemanejes de Rodrigo Rato y le ha puesto un plazo improrrogable de
treinta y siete meses para que explique de manera convincente los gastos
efectuados con su tarjeta opaca. De no hacerlo, será creada ipso facto una
comisión para sopesar todas las vertientes del asunto, incluso un comité
urgente para enfocar todos los ángulos del problema.
“La Ley es igual
para todos. Ya sabía donde se metía cuando se apuntó al partido” –afirma uno de
los más beligerantes, que por si acaso prefiere permanecer en el anonimato.
“Aquí el que la
hace la paga. No digo cuándo, pero el que la hace, es muy posible que igual y
con el tiempo acabe de alguna manera pagándola” –se expresó así de contundente
la secretaria general del partido, que tampoco quiere que demos su nombre por
si anda por los pasillos José María y no le gusta la idea.
“Debe explicarlo
todo de una manera convincente” –repuso con firmeza un secretario regional de
Nuevas Generaciones. “Uno, qué más da cuál” -explica otra fuente anónima del
partido.
“No es preciso que
sea convincente convincente. Pero tiene que dar la cara, explicarse. Un buenas
tardes, por ejemplo, ya sería un buen comienzo y una manera de entendernos” –ratifica
otra fuente anónima, al que no le importa dar su nombre, pero más adelante, si
eso.
El horizonte se
presenta muy turbio para quien llegara a ser vicepresidente del gobierno y uno
de los puntales más valiosos del partido (Rato). Sus compañeros
empiezan a saludarle sin demasiado énfasis. Le dan las buenas tardes sin ninguna prosodia,
como con desgana. Y le preguntan por la mujer y los niños al verle, sí, pero no
por el perro ni la suegra, sabiendo que tiene perro y que tiene suegra. Es más,
algún miembro de la cúpula directiva ha llegado a abrazarle sin demasiada
convicción, con palmoteos ostentosos pero sin una efusividad completamente
efusiva, de esa que dices, jolín, qué abrazo más efusivo nos hemos dado. Y eso a la vista de todos. Cabe la posibilidad de que Rodrigo Rato renuncie a su condición de afiliado antes de que el partido se pronuncie. Cabe también que se muera de viejo antes de que la comisión tome alguna postura al respecto. Como dijo el Presidente Rajoy en una alocución transmitida en plasma sin preguntas: “Vamos a ser sensatos. Tajantes pero sensatos, no sea que nos precipitemos y luego sea irreversible, que ya ha pasado alguna vez. Lo importante es la economía y que ya no tenemos ningún infectado por Ana Mato, digo por el Ébola.”
Finalmente, el señor Rato ha optado por suspenderse a sí mismo provisionalmente de militancia, aunque formalmente ha pedido que lo haga el partido, por guardar las formas. Eso hasta que encuentre un buen momento para acercarse por la sede y charlar un poco, en plan anécdota, sobre lo sucedido.
“Qué alivio”
–manifestaron al unísono todas las fuentes anónimas.
Pues no te creas que la realidad le anda muy lejos a este relato jajajaja. Muy bueno!!
ResponderEliminarFdo. Anónimo, ya diré mi nombre en otro rato.
Estamos tan acostumbrados a que la realidad supere la ficción, a que nos cuenten cuentos esperando que nos los creamos, que al bloggero le ponen difícil su tarea de elaborar estas "noticias". No obstante, los relatos le han quedado estupendos.
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