lunes, 22 de agosto de 2016

Riesgo y emoción en las fiestas patronales

CORNEADA UNA SEÑORA GORDA REPETIDAS VECES DURANTE UN ENCIERRO INFANTIL

Baldomero, en el momento de iniciar su recorrido. Los encierros infantiles 
son un momento de relajo y esparcimiento, tanto si hay heridos como si no.


Otros niños han resultado con heridas de diversa consideración 

El alcalde ha manifestado que al que no le gusten las fiestas que se cambie a otro pueblo








Una señora ha resultado herida de gravedad al ser empitonada varias veces por la carretilla que hacía las veces de vaquilla durante el encierro infantil celebrado en la localidad de Horcajo de Arán con motivo de sus fiestas patronales. Recordemos que en este tipo de encierros para niños la vaquilla es en realidad una carretilla engalanada con luces y banderines y tirada por un mozo o autoridad municipal del  lugar que, disfrazado de bruja  o duendecillo endiablado, hace las delicias de niños y niñas que de este modo emulan el encierro que más tarde tendrá lugar para los mayores. No obstante y en el caso de Horcajo, la carretiila engalanada se cebó con una señora gorda que asistía al festejo refugiada en un portal y a la que corneó varias veces sin que de momento se conozcan las circunstancias exactas del suceso.


La seña Reme, en una imagen de archivo, con el mismo traje que llevaba 
en el momento de la cogida. La F puede significar tanto Flautín como Ferruginoso

-Un caso de mala suerte –sostiene el alcalde de la localidad, que se ha negado a suspender el festejo dado que la señora es bastante desagradable y nadie en el pueblo la tiene en gran estima– Todo el mundo es consciente de que estas cosas pueden pasar. De hecho ya ha habido varios niños contusionados que están siendo atendidos en la enfermería y los padres deben ser muy conscientes de que no hay encierro sin peligro. El que no quiera encierros que se vaya a Fuengirola durante las fiestas..."

La señora en cuestión se encontraba en un chiscón de la plaza chillando a su sobrina y regañándola por haberse pintado como una fulana. De repente la carretilla, que ya había pasado por el lugar, hizo un extraño y se volvió sobre sus pasos, sembrando el pánico entre los niños corredores que venían detrás y creían que el peligro había pasado. La carretilla entonces empitonó a la señora gorda que seguía regañando a otra sobrina y no se percató de la presencia del morlaco mecánico, que la acorraló contra el chiscón y la volteó repetidamente. Uno de los lances la dejó completamente desnuda, cosa que por razones ignoradas suele ocurrir casi siempre que un toro embiste a un corredor y lo deja en calzoncillo o en pelota picada. Otro envite de la carretilla y la señora en cuestión volvió a volar por los aires, saltándole esta vez la dentadura postiza y perdiendo una zapatilla de las dos que le quedaban por toda prenda de vestir. Un tercer envite la llevó contra una valla publicitaria de´Nivea for men´, siendo este el momento en que la carretilla pudo ser distraída por niños recortadores, que con destreza y requiebros la alejaron del lugar.

Conviene asistir a los encierros bien duchado y con la muda limpia. 


El parte médico confirma la gravedad de las heridas de la señora con dos cornadas punzantes con orificio de entrada y salida y evisceración de metro y medio de masa intestinal, cosa bastante inexplicable porque las carretilla tiene los pitones simulados y en vez de cuernos tenía perillas de goma y fotos de futbolistas famosos.

“Es que mi madre tiene muy mala suerte. Mi madre atrae la calamidad. Mi madre es la leche –comenta una vecina del pueblo, que por lo que habla de la interfecta debe ser la hija- Yo se lo digo muchas veces. Madre, no salga de casa que usted es muy gafe y seguro que la pasa algo. Pues mira…”

Algunos vecinos cuestionan la contundencia con que la carretilla
se emplea durante el recorrido, y sugieren que el año que viene la lleve otro mozo.

Otra vecina confirma la fama de calamidad que rodea a la señora corneada  y comenta que siempre que en el pueblo le pasa algo malo a alguien, ella apuesta a que es la señá Reme, y siempre gana:

-Una vez se cayó una tapia del cementerio y los cascotes, con un ruido de mil demonios, alcanzaron a alguien del pueblo. ¿A que es la seña Reme? Dije yo. Pues justo. Era la seña Reme.

Inquirido el conductor de la vaquilla-carretilla sobre las circunstancias del lance, éste afirmó que no cabe responsabilidad alguna puesto que la carretilla seguía inexorable las leyes del azar mediante un curso mecánico-cuántico del que se consideraba completamente ajeno, ha dicho el landova, que estudia segundo de físicas.


El señor y la señora Chao cho ching, momentos antes
de que Baldomero ganara la balconada y acabara con unas
estatuilllas de la dinastía Ming y varias litronas que tenían a la venta




No hay comentarios:

Publicar un comentario