domingo, 4 de octubre de 2015

Grandes momentos de la Ciencia

UN ESTUDIO DEMUESTRA QUE LA GENTE CON MAL GENIO SE CABREA MÁS SI SE LA ENFADA
  
Una investigación del instituto de Estudios Inopinados de la Universidad de Massachussets ha demostrado que la gente que tiene mal genio es más propensa a enfadarse cuando se la cabrea que cuando no. El estudio, que ha contado con la participación de cerca de sesenta mil voluntarios repartidos en distintos laboratorios de Milwaukee, Bramaputra y Oregón, consistía en introducir tres mil personas con mal genio en una gran sala de observación en la que permanecían hacinados sin revistas ni grandes cosas para distraerse.  En otra sala contigua un grupo control formado por otras tres mil personas sin mal genio  permanecía también en observación. Al grupo con mal genio se les tenía todo el rato de pie, sin comida ni nada, y de vez en cuando entraban  investigadores a zaherirles de alguna manera, mediante conversaciones insustanciales o con un palo. Por el contrario, los voluntarios del grupo control no recibían la visita de nadie que les zahiriera, y además de poder sentarse disponían de agua mineral y sandwiches fríos al final del pasillo.

Al cabo de tres horas, los sujetos de ambos grupos fueron sometidos a diversos  estudios isométricos como la galvanización de la piel, la fluctuación del PH o análisis de sangre y orina.  Los resultados, según los investigadores, fueron concluyentes: la gente que de por sí tenía mal genio acababa mucho más enfadada que la gente del grupo control, que también se cabreaba en ocasiones pero de manera significativamente más moderada que el grupo de los irascibles. Un estudio posterior llevado a cabo en Upsala por el mismo equipo de investigación en el que ambos grupos permanecieron encerrados en idénticas condiciones de experimentación, sin agua y sin sillas y regados ocasionalmente con algún aspersor colgado del techo, determinó que los sujetos de ambos grupos habían salido bastante enojados del experimento, si bien los que tenían mal genio mostraban un grado de irritación ligeramente mayor. La conclusión general de ambos estudios es que a las personas con mal genio es mejor no cabrearlas si no hay un buen motivo.

Exhaustivos controles verificaban la irritación de los sujetos a 
través de la odoración del sudor o la salinidad del semen.
La importancia del experimento se ha revelado como harto cuestionable y  como noticia tampoco da mucho de sí, pero estábamos hartos de hablar siempre de lo de Cataluña. Sin embargo, ahora que lo vemos ya escrito y maquetado, comprendemos que no ha sido verdaderamente la mejor de las opciones.

Contra lo que pudiera parecer, el análisis del semen de Mourinho determinó que es un tipo bastante
apacible. Ahora bien, ponerle un micrófono delante y empezar a cagarse en todo, fue todo uno.

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