lunes, 12 de septiembre de 2016

Nuevas revelaciones en el caso Soria

UN UJIER TUVO LA CULPA 

Por no estar en lo que tenía que estar, luego pasó lo que pasó

No enchufó el aire acondicionado y su negligencia provocó la zozobra en el comité seleccionador, que resolvió al tun tun ofuscado por el calor y el olor a sobaco.

De otro modo, los de la comisión nunca hubieran votado por su amigo y colega de partido. -"Antes la muerte que el deshonor "–afirmaba uno de ellos, un tanto histriónico.

El ujier es afiliado de UGT y vota siempre a los rojos.




La culpa no es de Rajoy, ni de Guindos, ni mucho menos del comité seleccionador. Un ujier cometió la negligencia, posiblemente intencionada, de no enchufar a tiempo el aire acondicionado de la sala donde el comité de selección iba a reunirse para resolver el concurso de la plaza en la Banco Mundial que finalmente fue otorgada, contra todo criterio del comité, al ex ministro José Manuel Soria. El calor asfixiante de la sala impidió a sus miembros actuar con la exquisitez y la objetividad que preside siempre sus decisiones. -Nosotros siempre actuamos con una exquisitez y una objetividad impecables –afirma uno de los ponentes- pero claro, con esa calor…

La obnubilación provocada por la alta temperatura de la sala se cebó en los miembros  de la comisión, hasta el punto de que no fueron dueños de sus decisiones, otorgando la plaza en unas condiciones de enajenación tan insufribles, que cualquier otro, especialmente los socialistas, hubiéranse visto abocados a obrar del mismo modo, esto es, conceder la plaza a Soria, lo último que hubiera resuelto la comisión en condiciones normales.

El análisis retrospectivo determinó que el aparato no estaba enchufado a la hora
 debida, con lo que la comisión resolvió muy mermada de facultades 

-Lo último que hubiéramos resuelto en condiciones normales es otorgar la plaza a Soria, dado nuestra acrisolada objetividad e independencia –lamenta otro miembro de la comisión, mesándose los cabellos en señal de tribulación-  Soria es amigo mío, sí. Es amigo de todos, especialmente de Guindos y de Rajoy, dada su calidad humana y su bonhomía. Pero de ahí a concederle la plaza…Hombre, no. El honor y la imparcialidad ante todo. Puto ujier…

Un análisis retrospectivo de las condiciones de la sala deja a las claras que toda la culpa fue del ujier y nada más que del ujier, que conectó muy tarde el aire acondicionado. El visionado de las cintas de la cámara de vigilancia revela inequívocamente cómo este ujier, afiliado a la UGT y que vota siempre a los rojos, no solo no enchufó el aire a su hora, como era su obligación, sino que encima cerró las ventanas y descorrió las persianas, todo lo cual contribuyó de manera proverbial al fatal desenlace de la adjudicación a Soria. Luego, en vez de penar por su postura y reflexionar sobre lo actuado, se puso a leer el Marca y comerse un bocata sardinas ajeno a lo que su tropelía, posiblemente calculada, estaba provocando en el juicio siempre sereno y ponderado de los miembros de la comisión. Al cabo de un tiempo se ve que el ujier se da una palmada en la frente y corre a enchufar el aparato, pero para ese momento es muy posible, según la comisión de investigación, que la plaza ya hubiera sido adjudicada.

No es la primera vez que el ujier urde contra del PP. En la foto,
retirándole la silla a Jesús Posadas, por lo que se dio la gran costalada.

El ujier ha sido debidamente represaliado, expulsandosele para siempre de la carrera administrativa, a él y a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, y a los hijos de… bueno, eso además de arrancarle los galones de la chaquetilla oficial y de salarle unas tierras de cultivo de melones que tenía en una finca de Guadalajara, todo ello en aplicación de la ley mordaza. El partido popular espera que la oposición se dé por satisfecha con esta explicación y deje de marear la perdiz y no vuelva nunca más a sacar el tema de Soria y del dichoso puestecito ese del Banco Mundial, que para más Inri el ex ministro Soria ni quería ni aspiraba,  y que solo aceptó porque es de los que no saben decir que no. Pero vamos, que por él…

El ujier había solicitado su traslado al Congreso de
los Diputados, donde ocurren "...las cosas interesantes."

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