Preferentistas cabreados

UNA BANDA DE JUBILADOS PREFERENTISTAS TIENE ATEMORIZADA A LA UNIDAD ANTIDISTURBIOS DE LA POLICÍA NACIONAL

La banda, capitaneada por Domitila Vicente, alias Domitila, 

-"Es horroroso. Horroroso" –ha manifestado un capitán de los agentes.

-"Esgrimen andadores y bastones. Cuando no es suficiente, algunos les arrojan sus dentaduras..."

El cuerpo exige mayor protección y más medios con los que defenderse de las agresiones.

Una banda de jubilados preferentistas tiene atemorizada a la unidad de agentes antidisturbios de la policía nacional, alguno de cuyos efectivos han amenazado con no acudir a los servicios si no se les dota de material suficiente para combatir con garantías esta ola de violencia desmedida por parte de los ancianos.

-Es horrible. Yo he servido en Afganistán y en el Líbano, y jamás había visto tal grado de agresividad por parte de nadie –ha manifestado un capitán de antidisturbios, Ceferino Requejo, que prefiere mantener el anonimato.

Agentes antidisturbios intentando en vano repeler la salvaje agresión de los preferentistas

Algunos de los integrantes de esta horda de delincuentes son viejos conocidos de la policía:

Elvira Viñas Diz, alias la Elvira, 78 años, 1,50 de estatura. Se escuda en un bastón con mango de marfil y una sonrisa maliciosa con los que persigue a los agentes antidisturbios, alguno de los cuales ha necesitado asistencia psicológica después de la agresión.

Domitila Vicente Blasco, alias Domitila, alias la Domi, alias "¡oh, no, otra vez ella...!" 82 años, 1,52 de estatura, enferma de osteosporosis. Se mueve con un andador con el que traspasa impune barreras policiales y comete toda suerte de tropelías allí donde se instala. Es conocida por su furia inusitada a la hora de cargar contra las barreras antidisturbios que defienden instalaciones o protegen la integridad de banqueros y demás gente de bien.

-"Es muy peligrosa. Yo es que la veo venir y me pongo malo. Si supiera usted el ruido que hace arrastrando el andador" –dijo un cabo de antidisturbios antes de vomitar encima de un seto, mientras otro antidisturbios le sujetaba la cabeza. Finalmente una ambulancia del Samur acabó llevándose a los dos.

-Encarnación Santos Rodriguez, alias la Encarna. Colocó sillitas plegables en mitad de la calzada para que los violentos ancianos pudieran proseguir  con mayor comodidad su orgía de horror y destrucción. Algunos plásticos y pantunflas quedaban de este modo diseminados por la vía. Se investiga su conexión con el islamismo radical.

Elvira Viñas, la más peligrosa, Enarbolaba el bastón contra los agentes o profería expresiones 
sumamente sarcásticas. En la imagen, en el momento de escupir al fotógrafo

Todos ellos han sido finalmente expedientados y puestos a disposición de la justicia. Un dispositivo especial compuesto por varios helicópteros y una unidad de élite de los geos patrullaban la zona y aseguraban el perímetro para que el traslado de los preferentistas a sede judicial transcurriera sin incidentes. Los agentes que testificaron han tenido que declarar protegidos por una pantalla para no ser reconocidos y  evitar ulteriores represalias.

-Usted no sabe cómo se las gastan estos ancianos. Es que no lo sabe –ha dicho con la voz entrecortada un mando policial– Te gritan muy cerca, y ves toda su dentadura bailando. Pueden atacarte con el bastón o inundarte a perdigonazos hablando. Yo es que… yo es que…- ha balbuceado, antes de sufrir una crisis nerviosa. 

El cuerpo está muy sensibilizado con este grupo de ancianos radicales. Algunos antidisturbios no quieren acudir al cuartel. Otros ponen mil excusas para evitar coger el casco y salir a patrullar. La moral es muy baja entre los agentes, y cuando piden voluntarios para acudir a una manifestación de preferentistas, todo es mirar para otro lado, hurgar en la taquilla o silbar algo de Sakira.

El Ministro del Interior, a la salida de su misa de doce, ha manifestado su repulsa por la situación y ha amenazado con endurecer aún más la ley mordaza para que estos hechos no vuelvan a repetirse.

-Yo a buenas soy muy bueno –ha dicho el ministro- pero es que hay cosas que no pueden admitirse. Vamos a servirnos de la legalidad vigente para poner a estas personas en su sitio, donde tienen que estar, bien en su residencia, bien en el módulo de peligrosos del penal de Ocaña. Debemos dejar que los agentes del orden hagan su trabajo sin que vivan con el temor de ser agredidos por esta horda de violentos.

El ministro del Interior, muy preocupado por la violencia  de los 
preferentistas. "Ahora que habíamos acabado con ETA y nos vienen éstos..."

De momento, el registro de la vivienda de uno de los acusados ha permitido incautar un importante arsenal formado por siete bastones y un andador de aluminio con las junturas reforzadas. Han sido también requisadas varias dentaduras y una bombona de oxígeno con la que, además de respirar, pensaban cargar contra los agentes, según confesión de uno de los propios ancianos preferentistas, que no paraba de hablar y confesar y de exponer sus planes, hasta que hubo que salir huyendo.

-O el gobierno hace algo, o esto se nos va de las manos –ha dicho un consejero de Bankia mientras introducía su tarjeta black en el cajero de una sucursal de Pontedeume. Rato, por su parte, requerido para conocer su versión de los hechos,  ha respondido que muchas gracias y ha vuelto a dar los buenos días.

"Al que me vuelva a tocar el cogote le corto las manos..."