Zapatero, con los Sioux

LA VISITA DE ZAPATERO A LOS INDIOS SIOUX ENCORAGINA DE NUEVO A MARGALLO

Zapatero (segundo por la derecha) concelebrando con los
Sioux el rito indio de la fecundidad. Lo de la circuncisión posterior no se
lo había comentado nadie

 -¡Pero mira que da guerra este hombre…! –afirma el jefe de la diplomacia española- Por qué no se conformará con un puesto de consejero-delegado, como todo el mundo…

-La Vicepresidenta Santamaría aboga por ponerle al ex presidente una pulsera electrónica o algo

-A mí me lo vais a contar… -se solidariza Pedro Sánchez- yo ya es que ni le pregunto…

No contento con haberse ido al Polo Norte para celebrar un encuentro con una federación de esquimales progresistas o acercarse hasta el Cuerno de África para cursar una visita de cortesía a los bosquimanos del Kalahari, Zapatero ha vuelto ahora a poner de los nervios al ministro Margallo con unas jornadas de reflexión mantenida por el ex mandatario con una delegación de indios Sioux en su reserva de Dakota, Montana, detrás de las colinas sobre las que el águila campa, visita que a juicio del jefe de la diplomacia está hecha a mala leche porque tenía que haber sido consensuada por alguien del Ministerio. “Un subdirector, un adjunto, un delegado regional- apuntan desde la sede diplomática-  pero alguien, hostia...”

-Este hombre no puede ir dando vueltas por el mundo como si fuera Willy Fog -afirma un enrabietado Margallo-  Si le gusta viajar que se apunte a un crucero. Además, verás Obama si ahora los indios esos empiezan a pedir sus tierras y devolver las baratijas –concluyó el ministro fuera de sí, colorado y con el pelo alborotado, que se comía los puños cada vez que releía el titular de prensa con la noticia del viaje.

Bosquimanos saltando de alegría ante la noticia de que Zapatero iba a verles.
Luego resultó una confusión porque a quien ellos esperaban era a Sergio Ramos

El hecho de que el ex presidente de gobierno vaya por libre viajando por donde quiera es un tema que preocupa grandemente al jefe de la diplomacia española, no solo por la posibilidad de que alguno de estos viajes no consensuados con el ministerio llegue a originar un incidente diplomático, sino sobre todo porque le da mucha rabia que en algunos sitios a él no le reciban y a Zapatero sí.

-No duermo por las noches. Estoy siempre en un continuo duermevela temiendo que me llegue un burofax con el nuevo destino del señor Zapatero. Esto no es vida, no es vida…-lamentaba el ministro dando otro sorbito a su vaso de tila.

Por su parte el Secretario General de los socialistas, Pedro Sánchez, ha dejado por unos momentos de hacerse el duro y poner cara de malote en la campaña andaluza para solidarizarse con el jefe de la diplomacia española, al que envía un abrazo y un mensaje de cariño.

-Somos adversarios en lo político, pero en lo personal no sabe lo que le comprendo, porque este hombre saca de quicio a cualquiera. A mí se me  fue a ver a Pablo Iglesias a su casa y casi me cuesta una enfermedad el berrinche. Es que se te cuela en cualquier sitio y luego encima hay que estar poniendo paños calientes…

Delegados Amish escuchando atentamente el discurso de Zapatero.
Cuando les indicaron que no estaba allí delante sino detrás suyo, dijeron: "no, si ya..."

La Vicepresidenta del Gobierno, en rueda de prensa celebrada tras el consejo de ministros, ha propuesto la instalación en los tobillos de los ex presidentes de una pulsera electrónica que avise en todo momento de la ubicación de los ex mandatarios y corregir si fuera preciso la orientación de sus embajadas de buena voluntad. Nadie en la sala de prensa se imaginaba quién fuera capaz de ponerle una pulsera en el tobillo a Aznar sin lucha, por lo que estaba muy claro el destinatario de la medida. En medio de la rueda de prensa, a oídos de la Vicepresidenta llegaba la noticia de que Zapatero estaba volando a Pensilvania para tener un encuentro con una delegación de regeneracionistas Amish.  

-Verás cuando se entere Pepe Manuel–dijo Soraya entre dientes…

Más pragmático, el secretario de los socialistas ha manifestado su disposición a firmar con el gobierno un gran pacto de estado que posibilite la interrupción definitiva de los viajes de Zapatero mediante la creación de un puesto de responsabilidad acorde con el status del ex presidente y, sobre todo, que le tenga ocupado en algo. “Que tenga que trabajar sentado”.

Los esquimales sufrieron una gran decepción cuando Zapatero tuvo que
 interrumpir su discurso porque se le había congelado la nariz.

Tanto Felipe González como José María Aznar han coincido en que lo mejor para calmar la pulsión itinerante del señor Zapatero es hacerle consejero delegado de alguna multinacional, instándole a que siga su propio ejemplo.

-Que se deje de viajecitos -respondieron ambos ex mandatarios al unísono- Tienen un mueble-bar acojonante. Y unas poltronas estupendas, tan mullidas que se te quitan las ganas de levantarte para nada.

-Ya, no, si el problema no es que se vaya- concluyó Sánchez- sino que siempre vuelve…

"Como vuelvas a viajar sin decirme nada te corto los huevos , comentó un distendido Margallo.
Zapatero, ajeno, aprovechó para reclamarle que en la última dieta no le habían pagado el mini-bar