El Arzobispo de Burgos, hecho un basilisco al enterarse de que el párroco no había seguido el sistema tradicional, agua bendita y pañuelo para los escupitajos. Efe |
Fue un monaguillazo seco y certero, que le exorcizó en el acto.
Detractores y defensores del método tradicional polemizan en un guirigay de mil demonios.
El Arzobispo de Burgos, conmocionado por el hecho, ya que le dio en todo el bebe
El capellán de una parroquia de Valladolid exorcizó ayer noche de un
monaguillazo al poseído, que había entrado en la iglesia en plena misa,
diciendo palabrotas y echando espuma verde por la boca; pero cuando dejó pasar
el cepillo sin echar nada, el capellán montó en cólera y, agarrando lo primero
que tenía a mano, le tiró un monaguillazo, seco y certero, que lo exorcizó en
el acto. Enterado el sacristán de lo acaecido, echó las campanas al vuelo, y
ahora tocan a misa con panderos.
El cura en cuestión, regañado por el arzobispo por
no seguir el sistema tradicional de agua bendita y pañuelo para los
escupitajos, afirma que es un rollo estarse días y días exorcizando como
un poseso, que se le cansan a uno los brazos y no se gana para lavandería. La
iglesia debe abrirse a formas nuevas, añadió, mientras se ajustaba con brío la sotana.
-A mí no me pasa como a ése
que se pasaba las tardes exorcizando como un poseso, que ya parecía de la
familia y hasta le tuteaba el portero. Hay que ser expeditivo. Más vale una vez
colorado que ciento amarillo...
El cura se refería al párroco de Valladolid que se estuvo exorcizando a
una niña durante trece ocasiones sin conseguir expulsar al demonio ni a nadie y
que acabó denunciado por los familiares de la niña, no se sabe si por exorcista
o por incompetente.
-Es que no puede uno estarse
trece exorcismos expulsando al demonio. Si es un torero, le devuelven el toro a
los corrales -afirmaba indignado un detractor, Pedrito Benjumea, que no ha
querido dar su nombre.
Detractores y defensores del nuevo método se han enzarzado polemizando
sobre el asunto, armando un guirigay de mil demonios. El arzobispo de Burgos ha
salido al paso de la noticia, aunque ya había pasado y no ha podido ver nada.
En descargo del exorcista de Valladolid y su torpeza para sacar al diablo a la
primera, ha manifestado que el hombre ya está muy mayor y por eso no ha
acertado con el tema, pero que antes era un lince para estas cosas.
"El demonio es muy
cabezón y el párroco está muy mayor, así que se junta una cosa con otra. El
próximo, seguro que lo hace estupendamente"
Al parecer y según el propio párroco, a la décimo
tercera ha ido la vencida, aunque no sabemos en qué se basa para afirmarlo. La
niña sigue diciendo palabrotas y haciendo giros raros de cuello, pero el exorcista
afirma que eso no tiene nada que ver, que puede ser un corte de digestión.
A veces los demonios salen a pares, afirma el párroco exorcista, como éstos que le salieron a un notario de Logroño. "En estos casos solo cobramos como uno". |
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