miércoles, 3 de diciembre de 2014

Veinte años con el cuadrito

ANTONIO LÓPEZ DENUNCIA QUE EL CUADRO DE 
LA FAMILIA REAL TODAVÍA NO ESTÁ ACABADO
Antonio López, sopesando repetir el cuadro
porque hay cosas que no acaban de convencerle



“Nos lo llevamos esté como esté”, dijo el artista que le dijeron muy enfadados los de Patrimonio.


Al cuadro le faltaban unos añitos para acabar de pulirlo.


El artista cobraba por horas.






Veinte años después de que Antonio López se pusiera a pintar el cuadro de la familia real, el artista ha denunciado que unos señores de Patrimonio irrumpieron en su estudio a voces y, con cajas destempladas, le cogieron el cuadro, se lo echaron al hombro y, sin embalar ni nada, se lo llevaron a toda prisa hacia el Palacio de Oriente, donde todo estaba preparado para su inmediata exposición y sin que le dieran tiempo a acabar unas cosillas que todavía le quedaban  por rematar.

-Al cuadro le quedaban unas cosillas por rematar, nada, tres o cuatro tonterías. En cinco años que me hubieran dejado, ya estaría perfecto. Pero no.

Antonio López ha denunciado que él en esas condiciones no se responsabiliza de la calidad de la obra y que con prisas no se va a ninguna parte.

-Si tenían prisa, haberlo dicho. Precisamente estoy ahora con un retrato de boda de unos marqueses que, si todo va bien, para el 2027 ya lo tienen en su casa. ¿Me han metido prisa? Ninguna. Todo lo contrario. Me han dicho “cuando eso, ya eso…”  ¿ve? así sí se pueden hacer las cosas como Dios manda.

Los comisarios de la exposición han dicho que están muy satisfechos con la pintura, pero eso al parecer es de boquilla para fuera y de cara a la galería, nunca mejor dicho, porque en el fondo se quejan de que el cuadro parece sacado del túnel del tiempo,  que los trajes de la familia real se han pasado tanto de moda que parecen comprados en Simago, y que la gente en el extranjero va a decir que vaya familia real más cutre que tenemos.

-Pues yo estoy mucho mejor ahora, de solateras...-  dijo el Rey. No el Rey, sino el otro Rey.

Don Juan Carlos, intentando convencer a Antonio
López de que pinte en un ladito a la Corina

Por ello los técnicos de Patrimonio han constituido un gabinete de crisis y están pensando dejar el cuadro, no en el Palacio Real, sino en el Museo Antropológico, así, en plan retro, como hecho adrede, una muestra representativa del paso del tiempo en las vestimentas regias.

-Lo único que celebramos es que no está Urdangarín, pero vamos, de pura chiripa, porque la infanta era una cría. Que tío más lento...

El artista en cambio esgrime con rotundidad que lo de su parsimonia es una leyenda urbana y que él se estaba dando una prisa tremenda. “Vamos, me ve usted pintar, y no ve las manos”, asegura. En lo relativo a los trajes, aduce que él ya tenía perfectamente calculado que la moda es cíclica y que para el dos mil veinte las prendas reales estarían otra vez plenamente vigentes,  modernas, a la última, vamos, de una actualidad rabiosa...

-Pero claro, me vienen con prisas…

Un equipo de investigación de la Sexta Columna ha conseguido sacar a la luz el contrato firmado por el artista para la realización de la obra, una de cuyas cláusulas especifica que el cuadro se pagará por horas. El consejo de administración del Patrimonio está deliberando si denunciar el contrato o pedir a Bruselas otro rescate parcial para pagar la minuta.

-Vamos, que compramos Los Lirios de Van Gogh y aún nos hubiera quedado para un par de Murillos –se quejaba amargamente un directivo del patronato.

-Ni pa tí ni pa mí, dos añitos –dicen que dijo el artista al ver salir el cuadro por la puerta. Ya en las escaleras, aún apuró para ir dándole sobre la marcha unas pinceladitas…

Los Reyes,  persuadiendo a Antonio López de que no se fuera a casa
 a pintar otra Rendición de Breda "pero con más lanzas", como amenazó.

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