UNA CELEBRACIÓN FAMILIAR ACABA
ESTUPENDAMENTE
La velada transcurrió sin ningún
tipo de incidentes. Incluso se despidieron con total cordialidad.
Dos cuñados estuvieron a punto de
engancharse, pero la cosa quedó en nada.
La fiscalía investiga, por si fuera constitutivo
de algo.
El
extraño suceso ocurrió en Hiendelaencina, Guadalajara, cuando testigos
presenciales afirman haber visto claramente cómo una celebración familiar que
estaba transcurriendo con total normalidad acabó sin ningún tipo de incidente.
A partir de ahora, la conocida rechuflita: “¿qué, la fiestas bien, o en familia?” ya
es historia. Ha quedado demostrado que es perfectamente posible pasar las
fiestas bien y en familia.
-Yo
me di cuenta de que algo pasaba cuando llegó el momento de brindar y nadie dijo
nada fuera de madre –dijo una vecina, que mediante la técnica del vaso aplicado
a la pared estaba atenta a todo cuanto sucedía en el piso de al lado. –Otros
años no vea usted cómo acaban éstos la velada cuando sacan los polvorones, pero
lo que es éste…
A pesar de que a muchos no les gustaban los callos con garbanzos, lo dejaron pasar e hicieron como que sí |
Se
da la circunstancia de que en esta misma provincia, no muy lejos de allí, otra
familia estuvo a punto de acabar también estupendamente la celebración de la
Nochebuena, aunque al final y cuando ya estaban en el recibidor a punto de
despedirse se liaron a tortazos por los gastos de una notaría. El caso de
Hiendelaencina constituye el primero científicamente constatado en el que la
armonía familiar, en determinadas circunstancias, es perfectamente posible.
Los dos cuñados, que siempre se enganchan con la política, esta vez celebran juntos la devolución de una parte de la paga prometida por Montoro |
-Nada,
oiga, es que no se engancharon por nada. Ni una mala voz, ni un retintín…-confirma
otro testigo, que les vio salir de madrugada. El
prestigioso psicólogo de la conducta Ramonet Punset ha sido requerido para intentar arrojar luz sobre el fenómeno, pero estaba en comisaría, enzarzado con un cuñado por
un asunto de un sofá-cama y no pudo atendernos. Otros sociólogos consultados de menor estofa son de la opinión de que estos casos son totalmente infrecuentes y no se dan
en la naturaleza en condiciones de libertad sin un desencadenante o un porqué
que los justifique.
El
momento más crítico de la noche fue cuando la anfitriona se atrevió con unos callos con garbanzos de cuya elaboración eran grandes expertas sus otras dos hermanas,
pero nadie sacó a colación una manera alternativa de hacerlos más jugosos ni
ponerle especias. Incluso las hermanas admitieron que el guiso le había salido
muy bueno. Nada hacía presagiar una velada así, pero las cosas fueron como les
contamos. El colmo llegó cuando la sobrina pequeña quitó los villancicos para
poner a Enrique Iglesias. No solo no hubo tema sino que todos acabaron bailando
lo de la experiencia religiosa. A los postres y en el momento del café, que es
cuando generalmente se lía, tampoco sucedió nada reseñable. El marido de una
prima se puso algo patosito con el anís,
que quería de otra marca, pero se le pasó en seguida. Cabe afirmar, según
declaración de los citados testigos, que la velada transcurrió de principio a
fin en un clima de inusitada tranquilidad.
Las primas pequeñas de la Eulogia empezaron a discutir por unos mazapanes de guirlache, pero sacaron otra bandeja con más turrón y se acabó la polémica |
El
caso, lejos de constituir un bonito ejemplo de nada, ha despertado todas las
alarmas en la sede del gobierno, que ven con preocupación cómo los tradicionales
valores navideños de estresarse con las compras o amargarse las fiestas en
familia empiezan a ser socavados con situaciones como ésta.
-Se empieza confraternizando con la familia en un clima de perfecto entendimiento, y se acaba propugnando reformas bolivarianas –afirmó un destacado dirigente del partido que no quiso dar su nombre, Benito Peralejo. De momento el gobierno ha constituido un gabinete de crisis para ver de qué manera pueden culpar a Pablo Iglesias de esto y ha mandado a la fiscalía a investigar el asunto por si fuera constitutivo de algo, pero se ve que en la fiscalía también deben de ser familia porque se han liado a voces y han tirado varias jarras estudiando el asunto.
El coche de un cuñado acabó ardiendo, pero eso fue después de la cena, a la salida, con lo que ya no cuenta. La velada en sí acabó estupendamente |
No hay comentarios:
Publicar un comentario