viernes, 2 de enero de 2015

Estupor en nochebuena

UNA CELEBRACIÓN FAMILIAR ACABA ESTUPENDAMENTE



La velada transcurrió sin ningún tipo de incidentes. Incluso se despidieron con total cordialidad.

Dos cuñados estuvieron a punto de engancharse, pero la cosa quedó en nada.

La fiscalía investiga, por si fuera constitutivo de algo.




El extraño suceso ocurrió en Hiendelaencina, Guadalajara, cuando testigos presenciales afirman haber visto claramente cómo una celebración familiar que estaba transcurriendo con total normalidad acabó sin ningún tipo de incidente. A partir de ahora, la conocida rechuflita: “¿qué, la fiestas bien, o en familia?” ya es historia. Ha quedado demostrado que es perfectamente posible pasar las fiestas bien y en familia.

-Yo me di cuenta de que algo pasaba cuando llegó el momento de brindar y nadie dijo nada fuera de madre –dijo una vecina, que mediante la técnica del vaso aplicado a la pared estaba atenta a todo cuanto sucedía en el piso de al lado. –Otros años no vea usted cómo acaban éstos la velada cuando sacan los polvorones, pero lo que es éste…

A pesar de que a muchos no les gustaban los callos con
garbanzos, lo dejaron pasar e hicieron como que sí

Se da la circunstancia de que en esta misma provincia, no muy lejos de allí, otra familia estuvo a punto de acabar también estupendamente la celebración de la Nochebuena, aunque al final y cuando ya estaban en el recibidor a punto de despedirse se liaron a tortazos por los gastos de una notaría. El caso de Hiendelaencina constituye el primero científicamente constatado en el que la armonía familiar, en determinadas circunstancias, es perfectamente posible.
Los dos cuñados, que siempre se enganchan con la política, esta vez celebran
 juntos la devolución de una parte de la paga prometida por Montoro

-Nada, oiga, es que no se engancharon por nada. Ni una mala voz, ni un retintín…-confirma otro testigo, que les vio salir de madrugada. El prestigioso psicólogo de la conducta Ramonet Punset ha sido requerido para intentar arrojar luz sobre el fenómeno, pero estaba en comisaría, enzarzado con un cuñado por un asunto de un sofá-cama y no pudo atendernos. Otros sociólogos consultados de menor estofa son de la opinión de que estos casos son totalmente infrecuentes y no se dan en la naturaleza en condiciones de libertad sin un desencadenante o un porqué que los justifique.

El momento más crítico de la noche fue cuando la anfitriona se atrevió con unos callos con garbanzos de cuya elaboración eran grandes expertas sus otras dos hermanas, pero nadie sacó a colación una manera alternativa de hacerlos más jugosos ni ponerle especias. Incluso las hermanas admitieron que el guiso le había salido muy bueno. Nada hacía presagiar una velada así, pero las cosas fueron como les contamos. El colmo llegó cuando la sobrina pequeña quitó los villancicos para poner a Enrique Iglesias. No solo no hubo tema sino que todos acabaron bailando lo de la experiencia religiosa. A los postres y en el momento del café, que es cuando generalmente se lía, tampoco sucedió nada reseñable. El marido de una prima  se puso algo patosito con el anís, que quería de otra marca, pero se le pasó en seguida. Cabe afirmar, según declaración de los citados testigos, que la velada transcurrió de principio a fin en un clima de inusitada tranquilidad.
Las primas pequeñas de la Eulogia empezaron a discutir por unos mazapanes de guirlache,
pero sacaron otra bandeja con más turrón y se acabó la polémica

El caso, lejos de constituir un bonito ejemplo de nada, ha despertado todas las alarmas en la sede del gobierno, que ven con preocupación cómo los tradicionales valores navideños de estresarse con las compras o amargarse las fiestas en familia empiezan a ser socavados con situaciones como ésta.

-Se empieza confraternizando con la familia en un clima de perfecto entendimiento, y se acaba propugnando reformas bolivarianas –afirmó un destacado dirigente del partido que no quiso dar su nombre, Benito Peralejo. De momento el gobierno ha constituido un gabinete de crisis para ver de qué manera pueden culpar a Pablo Iglesias de esto y ha mandado a la fiscalía a investigar el asunto por si fuera constitutivo de algo, pero se ve que en la fiscalía también deben de ser familia porque se han liado a voces y han tirado varias jarras estudiando el asunto. 

El coche de un cuñado acabó ardiendo,  pero eso fue después de la cena,
a la salida, con lo que ya no cuenta.  La velada en sí acabó estupendamente

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