No ha hecho falta el Colisionador de Hadrones

UN JUBILADO DESCUBRE LA TEORÍA UNIFICADA DEL TODO MIENTRAS PASEABA AL PERRO

Le llegó el run run en un parque de la colonia, mientras se agachaba a recoger una moñiga

No tiene nociones científicas, pero sí mucho sentido común: “Una cosa lleva a otra, y la otra a la otra, y así”

Podría recibir el Nobel, pero igual no va porque tiene petanca

La física de partículas tiene desde hoy un robusto cuerpo doctrinal gracias a un jubilado de Onteniente que dio con la Teoría Unificada de Fuerzas mientras paseaba con su perro Canelo por un jardín de su colonia. Al agacharse a recoger una moñiga recién depositada por Canelo, Hipólito Limón tuvo claro de repente el andamiaje termonuclear  que se esconde tras un choque de partículas subatómicas aceleradas a velocidad próxima a la de la luz, y eso que Hipólito no tiene fundamentos científicos  de ningún tipo -era empleado de mantenimiento en una fábrica de azulejos-  pero sí mucho sentido común, como el mismo nos aclara.

-Yo muy listo no soy –explica Hipólito, pero sentido común, tengo para aburrir. Te fijas en una cosa, ¿no?  Y esa cosa lleva a otra, y la otra a la otra, y así…”

La comunidad científica en general y la valenciana en particular están de enhorabuena y celebra con júbilo el hallazgo, puesto que la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza en usa sola teoría integradora ha sido  un objetivo largamente perseguido durante el último medio siglo con resultados hasta ahora  decepcionantes. El premio nobel de física está prácticamente asegurado para quien consiga finalmente unificar las fuerzas en una Teoría del Todo, como parece que ha logrado este señor, quien sin embargo se muestra bastante escéptico en lo tocante a poder ir a recoger el Nobel en caso de que se lo den, porque tiene petanca todas las tardes y sobre todo que tiene que sacar todos los días a Canelo, que aunque es un perro muy majo le quita mucho tiempo.

-No es mi perro  ¿sabe? Es de mi hijo, que es perito y viaja mucho por el extranjero, y me deja al perro para que me ocupe yo. Entre eso y la petanca, no voy a tener tiempo de recoger el premio ese que dicen que me corresponde ¿Pero un Goya, a qué me lo van a dar a mí…?

Gracias a Canelo, que se empeñó en salir a mear en plena granizada,
 es posible hoy unificar en una sola teoría
las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza

No es la primera vez que don Hipólito tiene barruntos de naturaleza mecánico cuántica. Vio clara la existencia de las ondas gravitacionales tras un sonoro regüeldo que le vino al sentarle mal unos chipirones, y otra vez que estaba jugando al dominó en el hogar del jubilado, le vino al instante la demostración completa del Campo de Higs al echar con fuerza una ficha para doblarse a pitos, pero estaba al juego y no le vio mayor transcendencia.

La imagen perfecta de la trayectoria del bosón de Higgs le vino al instante a doblarse a pitos en el hogar
del jubilado. Su compañero de partida le recriminó severamente que no estuviera a lo que había que estar.