domingo, 18 de junio de 2017

Investigación y ciencia

UN ESTUDIO CONFIRMA LOS ESPECTACULARES BENEFICIOS DEL ABANICO CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

Miembros del Instituto, en el momento de hacer públicas
las conclusiones del estudio

El estudio está patrocinado por la Fundación Trump y la Consejería de Sanidad de Madrid

El aire acondicionado, una mierda comparado con el abanico.

Se prevé la instalación de miles de abanicos, cueste lo que cueste, en los centros educativos españoles



El Instituto de Ciencias Inobjetables y de la Construcción de la Universidad de Georgetown, en colaboración con la Fundación Trump y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha concluido un extenso estudio pluridisciplinar de cinco años de duración y más de ochocientos millones de dólares de presupuesto,  en el que se afirma que el abanico es hoy por hoy el instrumento más valioso del que pueden dotarse las naciones y la comunidad internacional en su lucha contra el cambio climático. De hecho, el informe concluye que lo del cambio climático es una solemne majadería, pero que, de confirmarse, tenemos un valioso aliado para contrarrestar sus temidos efectos: el abanico, en sus dos vertientes, palo de marfil y pino estucado.

El informe del Instituto concluye así una ambiciosa investigación de varios años en la que han participado universidades de cincuenta y ocho países, así como centros educativos de todo nuestro territorio nacional. De hecho, los resultados en nuestros colegios han sido determinantes a la hora establecer sus conclusiones.

-No es porque lo diga yo –afirma el consejero de sanidad madrileño y máximo defensor de la Teoría Termo basal del Abanico- pero esto ya lo veía yo venir con años de antelación. En vano se me denuesta como catedrático excéntrico y pajillero insensible- reclama el consejero con amargura- pero lo mejor que hemos podido hacer por nuestros alumnos es quitarles el aire acondicionado y darles cuadernos para que se fabriquen sus propios abanicos. Además se hace mucha gimnasia con la mano (de la buena, claro, no de la pecaminosa), cosa que no ocurre con el manido ventilador o el socorrido pingüino.

El consejero madrileño de sanidad, en el centro Kelvinator, donde pronunció
una conferencia sobre las ventajas de un buen abanico y un buen desodorante

El estudio de la universidad de Georgetown compara la eficacia de los modernos sistemas de refrigeración e incluso dedica un apartado a evaluar la posible incidencia de la disminución de los gases de efecto invernadero, pero sus conclusiones son inequívocas: de todas las medidas analizadas para combatir el calor, los aparatos de aire acondicionado ocupan un discreto quinto lugar, y la lucha contra las emisiones contaminantes, el décimo. Los dos primeros lugares y por tantos ganadores del estudio los ocupan sendas modalidades diferentes de abanico: 

-Abanico de papel o cartón con palo de madera,  primer lugar en el estudio y compra maestra.
-Abanico de tela con palo nacarado y motivos goyescos, segundo lugar y compra preferente.

Al parecer, de los ochocientos millones de dólares y pico de dotación del estudio, ochocientos han sido aportados por la consejería madrileña y el pico por la Fundación Trump. Preguntado su titular sobre si no hubiera sido mejor dedicar el dinero a dotar de aire acondicionado los colegios españoles, su respuesta ha sido precisa y fulgurante:

-El que no comprenda la importancia de la investigación científica como fuente de seguro retorno económico y tecnológico a la sociedad, es que no ha comprendido nada. Tenga, un folio. Hágase un abanico.

Requisito para disfrutar de las bondades del abanico es moverlo
con suficiente brío. El consejero, después de la demostración 


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