Duras negociaciones en lo del Brexit

INGLATERRA EXIGIRÁ LA PRESENCIA DE MENOS ESPAÑOLES EN ESPAÑA

Turistas españoles impidiendo que una británica
disfrute correctamente sus vacaciones

-Si tiene que haber españoles- exige la primera ministra- que no sean feos, vayan arreglados y, a ser posible, vestidos de toreros

También pedirá que el viejo continente se aleje unas cuantas millas de las costas británicas

-"Es intolerable que vaya uno a pasar sus vacaciones en España y se la encuentre llena de españoles..." - Con estas duras palabras la primera ministra inglesa se hizo eco de la indignacíón sufrida por muchos turistas británicos que vuelven recelando de las pésimas condiciones en que transcurren sus vacaciones en España, donde no solo hay españoles por todas partes, sino que en ocasiones tampoco saben inglés y no hay manera de preguntarles dónde se toma el té de las cinco.

-"Incluso en el mismísimo hotel nos atendió un recepcionista que no solo era hispano, sino que tenía bigote y una barriga prominente"- lamenta una turista octogenaria de Birminghan,  que presentó la correspondiente  denuncia en comisaría, donde también fue atendida por un agente español con bigote y barriguita.

Recepcionistas de un hotel de Benidorm solicitando amablemente a
huéspedes españoles el desalojo de las habitaciones porque su presencia molestaba
a una turista británica. Todos accedieron, salvo uno, que respondió con un chascarrillo.

Por ello la primera ministra británica anuncia un endurecimiento radical en las negociaciones  que se siguen para la separación entre Inglaterra y la Unión Europea. Entre sus primeras exigencias, reivindica un recorte radical de la población española, perceptible y cuantificable, de manera que haya españoles, sí, pero uno aquí, otro allá, no que se les encuentre a todos de golpe y, desde luego, que no haya ninguno feo. También exigirá la adopción de la libra como moneda única de pago, la caza del zorro como amenidad hotelera para después de la cena y que Europa se separe unas cuantas millas más de las costas británicas, pero vamos, eso es más negociable. Lo de tanto español junto, eso sí que no.

-A ver -matizó la primera ministra- que no haya españoles en España, eso tampoco, pero que se les vea menos, que no griten y que vayan más arreglados, a poder ser vestidos de torero. Las españolas nos da un poco igual, pero siempre con faldas de lunares y que se parezcan a Meghan. Esto es una línea roja. 

La primera ministra británica, abandonando precipitadamente la
rueda de prensa ante la presencia de un periodista español

Propone asimismo la implantación del canon de belleza y comportamiento  típicamente anglosajón para todos los españoles, al menos para los que tengan que tratar con ciudadanos ingleses. Como ejemplo de este canon cita a los caballeros ingleses habituales de las costas de Magalluf, universalmente  conocidos por su elegancia y corrección en el vestir y en el hacer. De paso propone que las piscinas de los hoteles sean más grandes o al menos que los balcones estén más cerca del bordillo.

El modelo anglosajón de elegancia y corrección ha sido siempre un referente muy apreciado en nuestra
geografía costera, por lo que será una de las medidas a adoptar en las negociaciones del Brexit.

-"En cierta ocasión, una ciudadana nuestra entró a una taberna de Pamplona durante las fiestas de San Fermín a tomarse su té de las cinco y se rieron de ella. Esas son las cosas que no vamos a tolerar"- concluyó la primera ministra británica, huyendo precipitadamente ante nuestra presencia y sin responder a las preguntas de que cuánto es una yarda y qué diferencia hay entre inglés y británico. Por nuestra parte, solo lamentar lo ocurrido y rogar que vuelvan a España con la seguridad de que nos esconderemos para no agobiarles y que los pocos españoles que vean sean como Julio Iglesias o Antonio Banderas.

La turista británica, Miss Inglaterra 2015, pibón donde los haya, denuncia
 que en España hay demasiados españoles. Con una cara como ésta se entiende
 que solo admita en su cercanía nativos de la máxima calidad