viernes, 28 de agosto de 2015

Estupor en el hotel de playa

LE TOCA UN BINGO Y NO LO CANTA POR VERGÜENZA




También se había dejado pasar la línea.

Su mujer le desenmascara, alertada de que siempre le quedaran tres.

El individuo es redactor de LaRazónToday





El suceso ocurrió en Calella de Palafrugelll, en un hotel de tres estrellas a pie de playa donde, según testigos presenciales, un señor que jugaba un cartón en el bingo que el hotel había organizado como espectáculo estrella después de la cena, dejó pasar el bingo sin cantarlo, a pesar de que había ya había tachado todos los números del cartón. De hecho, a su mujer, que no paraba de preguntarle cuántos números le quedaban, le decía siempre que tres, una vez incluso que cuatro, lo que despertó serias sospechas en la parienta, que le cogió el cartón para averiguar la verdad y comprobó que, efectivamente, ya hacía varios números que su marido había completado el cartón sin atreverse a cantarlo.

-Era un bingo de mierda. Estaba lleno de niños y el premio era una botella de champán. ¿Cómo iba a cantarlo? Tenía que salir al estrado y saludar, y decir mi nombre y de dónde venía. Un rollo. Y a mí no me gusta el champán.
El personal del hotel reconoce que es la primera vez que sucede una cosa así. Una vez unos 
chinos jugaron sin enterarse en absoluto de lo que pasaba, pero eso tenía un pase.

Pero su mujer no opinaba lo mismo. De hecho le recriminó severamente su pusilanimidad y su falta de hombría al no cantar el bingo y, ante su falta de respuesta, tomo las riendas del asunto y se dispuso a cantarlo ella misma en su lugar, cosa que hizo a pesar de que ya había un ganador en el estrado, una niña llamado Hedvig que venía de Letonia. Al subir al estrado se tropezó en las escaleras y aún estuvo porfiando con la niña por la botella, alegando que ellos habían acabado el cartón mucho antes, todo ello para estupefacción del animador y bochorno del señor en cuestión, que escondía la cabeza muerto de vergüenza mientras era señalado por su mujer como el verdadero ganador del bingo, pues esas cosas eran justo  lo que pretendía evitar, incluidas la partida después de la cena y la misma estancia en ese hotel.

Se da la circunstancia de que el señor en cuestión es trabajador de este periódico, concretamente su redactor jefe –un  aplicado becario muy prometedor- lo cual hace mucho más reprobable su actitud, pues si a él  no le gustaba el champán, a nosotros sí, que trabajamos todo el día en un sótano sin ventanas y hubiera sido de agradecer un gesto refrescante. Por eso le hemos degradado a la sección de contactos y le hemos retirado el bonobús, amén de buscarle un mote.

El cartón objeto de la polémica. Obsérvese que el 49 no está tachado a pesar de que hacía un buen rato que había salido. De nada le valió la azagaza porque su mujer estaba al quite. Hubo otro bingo cantado en la sala. Ambos bingos son correctos.

2 comentarios:

  1. ¡Así que todo este tiempo de inactividad de La Razón Today se debía a que estabas en Calella jugando al bingo! Inaceptable. Y tus lectores sufriendo durante un mes la contemplación diaria del culo de Rato... Creo que me paso al ABC Today.

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  2. Los del ABCToday también estaban por allí, borrachos y haciendo la conga en un espectáculo francamente lamentable

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