UN TURISTA BRITÁNICO SE METE
EN LA PISCINA SIN QUE NADIE PUEDA HACER NADA POR IMPEDIRLO
EN LA PISCINA SIN QUE NADIE PUEDA HACER NADA POR IMPEDIRLO
Muchos británicos preguntan qué es ese agua que hay junto a las hamacas |
-"Es la primera vez que nos ocurre esto" –confirma el director
del hotel
Acabó mojado, y precisó de una toalla para secarse
Los servicios de inspección del ayuntamiento han redactado un informe
Pese a las advertencias de algunos testigos, un turista británico que leía plácidamente el Herald
Tribune se levantó de repente de su hamaca, dobló pulcramente el periódico, se
quitó las gafas de sol y se metió inmediata y sorpresivamente en la piscina,
sin que pudieran hacer nada por evitarlo cuantos empleados del hotel pululaban en
ese momento en torno a la piscina, incluidos el monitor de animación, un
camarero que servía caipiriñas y el socorrista al que la maniobra le pilló
totalmente desprevenido. Como consecuencia de la imprevista acción, el turista
salió a los pocos minutos completamente mojado, siendo necesario que le
habilitaran allí mismo una toalla para secarse.
-Es la primera vez que me ocurre una cosa así –confiesa el
monitor de animación, que se encontraba muy cerca del turista en el momento de
meterse al agua y fue requerido por la dirección del hotel para explicar el
incidente- Los turistas británicos usan la piscina, sí, pero lo hacen saltando
desde las habitaciones o bien se bañan de madrugada
chapoteando con alboroto y en compañía
de los contenedores y extintores que meten al agua. Eso sí, por la mañana, todos tan tranquilitos tomando el sol y durmiendo en sus hamacas, y así durante todo el día, hasta las cinco para el té y luego a las nueve para
emborracharse. Pero levantarse de las
hamacas para bañarse, nunca. Nunca.
Hay veces que los turistas abandonan en hotel sin saber que hay una piscina tras las hamacas. A veces no saben ni que están en una playa. Lo del Brexit, tampoco. |
Una patrulla de los servicios de inspección del ayuntamiento
pasó por el hotel “El guiri feliz” para interesarse por las circunstancias del
suceso y elaborar un informe. El establecimiento fue advertido de que, de repetirse
los hechos, tendrían que tomar las medidas adecuadas, como colgar flotadores en
torno a la piscina, clorar el agua o poner un socorrista que supiera nadar.
Afortunadamente el incidente no ha vuelto a repetirse y hoy por hoy no hay ningún
turista británico, ni en este hotel ni en los de ninguna otra costa, que
haya vuelto a levantarse de la hamaca para nada.
No solo les encanta nuestro sol, sino las curiosos dibujos que, por causas desconocidas, deja en sus espaldas |
Al parecer, la intención del turista británico en el momento
de meterse a la piscina fue el de darse un chapuzón.
-Sí, quería darse un chapuzón. Eso al menos fue lo que nos
dijo- aclara el director de “El guiri feliz”. Ya sabe usted que nosotros
estamos para hacer lo más agradable posible la estancia del visitante en
nuestras instalaciones, y si él quiere meterse en la piscina, pues se mete en
la piscina. Nosotros, ahí, todo lo más
que podemos hacer es proporcionarle una toalla para cuando salga del agua.
Afortunadamente, el turista disponía de la indumentaria
adecuada y cuando se metió a la piscina llevaba el bañador. De flores, pero
bañador.
La verdad es que los turistas británicos no son muy exigentes con su lugar de vacaciones. Con que haga sol y les dejen unas hamacas... |
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