VECINO DE MURCIA LLEVA
VEINTISIETE AÑOS TARAREANDO EL BOLERO DE RAVEL
La desesperación hace mella en el ánimo del interfecto. En la foto, el vecino de abajo. |
Empezó a lo tonto durante una despedida de soltero, al encabezar una conga
-Los médicos no
quieren ni hablar de eutanasia, porque dicen que la cancioncilla es muy agradable
-El caso es que lo
canturrea muy bien- afirman sus vecinos, que se han acostumbrado a escucharle a
todas horas
Durante estos veintisiete años el hombre solo ha dejado de
canturrear el bolero en dos ocasiones: una, durante los mundiales de Sudáfrica para
celebrar el gol de Iniesta, y otra un martes 17 de noviembre de 2004 para decir
que “a estos callos les falta pimentón…”. El resto, todo ha sido tiroriro
tirorí tirorí y pom porrorroró pom pom… “Durante el sueño calla, sí, pero si habla
dormido, entonces también es el Bolero” nos confirma su esposa, que también aclara
que ella no tiene oído para la música.
Un heredero del propio Ravel se acercó anoche al domicilio
de Benito Loroño para hacerle entrega de la placa que le acredita como poseedor
del record absoluto de tarareo ininterrumpido del bolero, que hasta ahora estaba
en poder del japonés Hirohito Sacamoco y que lo perdiera en los años
ochenta tras un ataque de hipo. Pero Benito,
lejos de agradecer el gesto, echó al heredero con cajas destempladas y maldijo
a su pariente por no haberse dedicado a conducir camiones o componer poesía en vez
de darle a lo del bolero.
Hirohito Sacamoto detentaba el récord hasta el ataque de hipo. Desde agosto de 2007 lleva tatareando la del Psy Gangnam |
Médicos del Hospital la Fuencisla han negado tajantemente
cualquier posibilidad de practicarle la eutanasia como así le tiene solicitado,
alegando que la cancioncilla está muy bien y que a ellos les distrae, amén de
cuestiones éticas. Los vecinos de su bloque, en cambio, se encuentran
divididos, y aunque en general les parece bien que canturree, porque se la sabe
a la perfección y se muestra muy rico en
matices, por otra reconocen que ya está bien del bolero y que agradecerían algo
más actual, de Adèle o Jorge Sanz.
Ravel, instantes antes de perpetrar el bolero. Un amigo estuvo a punto de impedírlo al llamarle por teléfono y distraerlo, pero se equivocó y marcó el de una tintorería |
Lo malo es que en la redacción también ahora se nos ha pegado el soniquete. De momento llevamos dos días...
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