LE TOCA UN BINGO Y NO
LO CANTA POR VERGÜENZA
También se había dejado pasar la línea.
Su mujer le desenmascara, alertada de que siempre le quedaran tres.
El individuo es redactor de LaRazónToday
El suceso ocurrió en Calella de Palafrugelll, en un hotel de
tres estrellas a pie de playa donde, según testigos presenciales, un señor que
jugaba un cartón en el bingo que el hotel había organizado como espectáculo estrella
después de la cena, dejó pasar el bingo
sin cantarlo, a pesar de que había ya había tachado todos los números del
cartón. De hecho, a su mujer, que no paraba de preguntarle cuántos números le
quedaban, le decía siempre que tres, una vez incluso que cuatro, lo que
despertó serias sospechas en la parienta, que le cogió el cartón para averiguar
la verdad y comprobó que, efectivamente, ya hacía varios números que su marido
había completado el cartón sin atreverse a cantarlo.
-Era un bingo de mierda. Estaba lleno de niños y el premio
era una botella de champán. ¿Cómo iba a cantarlo? Tenía que salir al estrado y
saludar, y decir mi nombre y de dónde venía. Un rollo. Y a mí no me gusta el
champán.
El personal del hotel reconoce que es la primera vez que sucede una cosa así. Una vez unos chinos jugaron sin enterarse en absoluto de lo que pasaba, pero eso tenía un pase. |
Pero su mujer no opinaba lo mismo. De hecho le recriminó severamente su pusilanimidad y su falta de hombría al no cantar el bingo y, ante su falta de respuesta, tomo las riendas del asunto y se dispuso a cantarlo ella misma en su lugar, cosa que hizo a pesar de que ya había un ganador en el estrado, una niña llamado Hedvig que venía de Letonia. Al subir al estrado se tropezó en las escaleras y aún estuvo porfiando con la niña por la botella, alegando que ellos habían acabado el cartón mucho antes, todo ello para estupefacción del animador y bochorno del señor en cuestión, que escondía la cabeza muerto de vergüenza mientras era señalado por su mujer como el verdadero ganador del bingo, pues esas cosas eran justo lo que pretendía evitar, incluidas la partida después de la cena y la misma estancia en ese hotel.
Se da la circunstancia de que el señor en cuestión es trabajador
de este periódico, concretamente su redactor jefe –un aplicado becario muy prometedor- lo cual hace
mucho más reprobable su actitud, pues si a él no le gustaba el champán, a nosotros sí, que
trabajamos todo el día en un sótano sin ventanas y hubiera sido de agradecer un
gesto refrescante. Por eso le hemos degradado a la sección de contactos y le
hemos retirado el bonobús, amén de buscarle un mote.
¡Así que todo este tiempo de inactividad de La Razón Today se debía a que estabas en Calella jugando al bingo! Inaceptable. Y tus lectores sufriendo durante un mes la contemplación diaria del culo de Rato... Creo que me paso al ABC Today.
ResponderEliminarLos del ABCToday también estaban por allí, borrachos y haciendo la conga en un espectáculo francamente lamentable
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