UN CAIMÁN ES ARRASTRADO POR UN NIÑO SIN QUE LOS PADRES
PUEDAN HACER NADA POR EVITARLO
Los padres habían ido a por unos helados, que además estaba cerrado
El animal estaba sin comer. Además tenía que ponerse la insulina
Cuando todo parecía presagiar una apacible jornada festiva y
sin incidentes, la tragedia planeó por el madrileño zoo de la casa de campo
cuando caimán africano de grandes dimensiones era arrastrado por un niño cuyos padres habían dejado un momento sin vigilancia.
-Fue horrible. Todos vimos cómo el caimán era cogido de la
cola y arrastrado hasta un rincón del foso a pesar de los ímprobos esfuerzos
que hacía el animal por desasirse.
Los otros animales del zoo asistían con estupefacción al pavoroso espectáculo. Bueno, algunos. |
Solo unos segundos antes el niño se paseaba por el borde del
foso y le tiraba piedras al cocodrilo sin que ninguno de sus movimientos
hiciera temer un desenlace semejante. De pronto, cuando sus padres habían
interrumpido un mínimo momento su vigilancia para acercarse a un puesto de
helados a por un banana split con doble ración de fresa y tiramisú recubierto todo
ello de caramelo líquido y crujiente chocolate, el niño se encaramó sorpresivamente
al muro y de un salto inopinado para su edad y estatura se llegó hasta el fondo
del foso, donde la bestia permanecía en actitud acechante, agazapada e inmóvil en espera
de la presa, o bien tomando el sol. Fue al ver al niño en el foso cuando la bestia salió de su letargo
y se agitó como solo un monstruo de su fiereza y dimensiones puede hacerlo. Fue
en ese momento cuando los padres se percataron de la situación y gritaron en
demanda de auxilio, pero ya era tarde y ninguno de los allí presentes incluidos
cuidadores y personal de vigilancia que miraban impotentes, pudieron impedir
que el animal, excitado y fuera de sí por la presencia humana, fuese arrastrado
y llevado de la cola por el niño hasta un rincón del foso, fuera de la vista de
cuantos presenciaban el terrible espectáculo. Los cuidadores apuntaban con dardos
tranquilizantes, pero solo ofrecía blanco el caimán y no el niño, que se
parapetaba detrás de unos arbustos mientras le daba con un palo al pobre bicho.
El niño tiene prohibida su entrada en zoos de medio mundo, porque es que, animal que ve, animal que se trajina |
Los padres, desesperados, esperaban en vano a que el niño soltara al caimán mientras veían impotentes como el banana split se les derretía entre sus dedos. Ya otra vez el niño protagonizó un incidente similar cuando se introdujo en un corral de avestruces y saltó encima de un ejemplar macho de cuello azul que pastaba tranquilamente y que se puso a correr de un lado para otro como gallina descabezada cuando notó el peso del niño sobre sus ancas.
Lo más preocupante para los cuidadores es que el caimán estaba sin comer. También parece que era diabético y debía tomar pronto su dosis de insulina. Los padres, desesperados y avergonzados, optaron por marcharse a su casa porque mañana tenían que madrugar.
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